martes, 27 de noviembre de 2012




                     A mis compañeros EIR de Andalucía



       En 1982, nos encerramos cientos de residentes de Medicina Familiar y Comunitaria en el Colegio de Medicos de Madrid para reclamar nuestro sitio en el sistema sanitario. Un mes permanecimos dentro reclamando la creación de los centros de salud, los equipos multidisciplinares, una medicina distinta, centrada en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, con mas tiempo por paciente y mas medios diagnósticos a nuestro alcance. Por primera vez se habló de la Atención Primaria en los médios de comunicación.

       Comenzamos pidiendo unos centros "experimentales" que sirvieran para darnos a conocer y para, atentos, poder realizar en ellos nuestro tercer año de residencia y acabamos impulsando toda una revolución en la entonces asistencia ambulatoria de la Seguridad Social transformándola en lo que hoy es nuestra Atención Primaria. Esa transformación se hizo sustancialmente desde y por los profesionales.

        Eran momentos como los actuales, de crisis económica, de reconversiones industriales, de cambios políticos; momentos en los que uno diría que era difícil que esas reivindicaciones fueran atendidas por alguien porque las preocupaciones de los políticos eran otras. Pero justo en los momentos de crisis es cuando afloran las ideas geniales y cuando los valientes son capaces de cambiar la realidad en la que nos movemos.

     Sé que ahora os sentís cansados, que no sabeis como va a terminar este trance, que sentís indignación hacia unos políticos sanitarios que llevan años vendiendo humo, que han vivido de estar junto a los profesionales si eso les proporcionaba una buena foto o un buen titular de prensa, que tampoco han dudado en tirar por la borda lo que han venido defendiendo como "valores del sistema" con tal de sobrevivir haciendo recortes cortoplacistas y que ahora, cuando pintan bastos, se esconden en sus despachos manteniendo actitudes arrogantes y prepotentes olvidando que el diálogo, la negociación y el apoyo de los profesionales deben ser sus principales herramientas.

       También creo que sentís que no habéis sido suficientemente apoyados por muchos de nosotros, vuestros compañeros, que no hemos hecho todo lo que esperabais que hiciéramos y que os hemos dejado solos en vuestra protesta.

      Esa sensación la tuvimos muchos cuando salimos de nuestro encierro hace ya 30 años. Eran muchas las dudas sobre el futuro, sobre las promesas que nos hicieron, sobre como sería nuestro día de mañana asomados al paro y sobre si nuestra protesta habría servido para algo. Era una sensación lógica porque no podíamos ver el puzle completo si éramos una pieza del mismo.

          Mi post de hoy trata de deciros que ya habéis conseguido muchos de los objetivos que os habíais planteado, que habéis conseguido desnudar a unos políticos y gestores que tras esta huelga han perdido la poca credibilidad que les quedaba ante los profesionales sanitarios, que habéis conseguido hacer sentir vergüenza a muchos que mucho hablan y poco hacen, que habéis comenzado un camino que tarde o temprano dará sus frutos y que nuestro sistema sanitario, sí, el nuestro, el de los pacientes y los profesionales que los atendemos, ha recibido aire fresco, no encorsetado en indicadores construidos para mayor gloria de los que hasta ahora se les ha llenado la boca en decir que trabajan para el sistema público pero que no dudan en abandonar sus principios y esconder su mala gestión bajo el paraguas de la crisis económica.

          Dá igual como termine esta huelga porque nada será igual al día siguiente. Todos tendrán que resituarse y pensar que los profesionales están dando todo lo que saben y pueden por sus pacientes y que sin ellos cualquier visión del sistema es imposible.

            Estais haciendo historia compañeros.