De aquellos polvos.........
A finales de la década de los noventa del pasado siglo, las unidades de gestión clínica se consideraron la panacea para resolver los problemas de la sanidad andaluza, aunque el funcionamiento general del sistema era aceptablemente bueno. Se trataba de implicar a los profesionales en la gestión y era una idea que ya se estaba ensayando en oros lugares.
Lo que pasó es que alguien se dio cuenta de que eso de que gestionen los sanitarios es una patochada y comenzó una dinámica militarista que, al no tener respuesta de nadie, siguió adelante hasta límites insospechados. Ordenes y mas órdenes, mas trabajo a destajo y con poco sentido, abandono de servicios, consideración de los profesionales como amigos o enemigos, y sobre todo, nada que gestionar porque nunca había dinero .............
Los servicios sanitarios andaluces han sido víctimas de recortes brutales, de aplicar la reforma laboral del PP de la forma mas cruel y ruin, de convertir a los gestores , muchos con su puesto de trabajo en el aire, en déspotas que, sin salir de sus oscuros despachos, han machacado a los trabajadores sin que se les mueva un pelo. Que han castigado a los mejores y no se han atrevido, por miedo, con los peores.
Mientras tanto se ha vendido la imagen basada en "la joya de la corona", en la foto del trasplante, en la utilización de los medios de comunicación para manipular a la población mas manipulable.
Hasta que explotó la calle. Y en el peor momento para algunos.
Uno de los ejecutores de esta forma de manejar la sanidad andaluza ha "dimitido". No es el único pero es uno de ellos. Faltan mas, faltan los ideólog@s (la arroba no es casual) de todos los que siguen en puestos de enorme responsabilidad en el gobierno aunque espero poco de ellos y de su capacidad como personas para reconocer sus errores.
Pero hay otro problema: Y es que presiento que "no haya banquillo, (como diría un entrenador a punto de bajar de categoría)". Muchos profesionales y gestores de prestigio se ha ido marchando por lo que es probable que todo siga obedeciendo, no a una estrategia meditada, pensada y negociada, sino a golpe de decisiones que no enturbien las pretensiones de la Sra Presidenta ni a los que viven de los sueldos políticos porque no tienen otra cosa que hacer profesionalmente. Las puertas giratorias se cierran cada día mas y los culos necesitan un asiento bien remunerado.