viernes, 8 de marzo de 2013


          Atención Primaria: Volver a la casilla de salida

Me comentan mis compañeros de un Centro de Salud próximo al que yo trabajo en Sevilla que desde este pasado lunes su Directora les ha modificado sus agendas. A partir de ahora su horario se reparte entre una parte de consulta de seis horas como mínimo (mas de 60 huecos diários a 5 o 6 minutos cada uno que pueden incrementarse si hay mas pacientes en el día o "urgencias") y el resto del tiempo, si queda, para atención domiciliaria. No hay tiempo para mas. Por las tardes, con un horario de cierre del centro a las 20.00 (obligatorio) los pacientes están citados hasta las 19.55, además hay que atender las urgencias que surjan hasta esa hora. Si falta un profesional, el resto asume su actividad integra. También me llegan noticias de otros centros en los que se están adoptando medidas similares sin contar con los profesionales.

Repite la Sra. Consejera de Salud de Andalucía cuando se le pregunta por los recortes que estos "no están afectando a la calidad de los servicios a la población", pero la realidad es tozuda y se acaba imponiendo.

En Atención Primaria los recortes empezaron antes de la crisis, dentro de una peculiar forma de entender la política sanitaria o, como dice en su Blog el Dr. Casado, "sin una visión política a largo plazo, conduciendo la nave a base de bandazos y de intereses cortoplacistas"Una forma de actuación basada en que, mientras se hace propaganda de logros sanitarios basados en la utilización de alta tecnología y básicamente hospitalarios, se mina poco a poco la base del sistema, se desinvierte en lo mas cercano al ciudadano y se descuida la parte donde los profesionales han trabajado mas por la eficiencia. 

Poco a poco se orientan los centros de salud al trabajo a destajo, se mina su autonomía centralizando cada vez mas las decisiones de gestión, se establecen objetivos basados en una falsa forma de entender qué es demora, se asfixia presupuestariamente a los centros en materia de personal disminuyendo su capacidad, se van tomando decisiones nunca expresadas en normas que desorientan y desaniman a los profesionales y se da a entender que el mal proceder de algunos es la norma, estableciéndose un perverso sistema que termina castigando a los buenos y dejando impunes a los malos.

El enfoque que se le va dando a los centros de salud es el de atender básicamente la demanda "tal como  es expresada y en el momento en que es expresada", sin análisis, sin estudios pormenorizados de las causas de la frecuentación y manejando indicadores poco útiles, simples y alejados de la realidad. Por otro lado, van dejando de tener importancia otros aspectos esenciales de la atención si queremos seguir llamándola Atención Primaria.

Actividades que en un Hospital no se discutirían porque su no existencia sería sinónimo de mala calidad como la formación en forma de sesiones clínicas o bibliógraficas, el tiempo para la tutorización de Residentes o la investigación, cada vez se hacen menos posibles ante las constantes presiones sobre las agendas para atender la demanda cada vez con menos recursos y menos tiempo para el paciente. Cada día hay mas coincidencias con los antiguos Ambulatorios de hace treinta años.

Actividades incluidas en la cartera de servicio de los centros en otro tiempo consideradas importantes como la salud comunitaria, las actividades grupales de promoción de la salud y otras que aumentan la capacidad de resolución de los centros como la cirugía menor o las lecturas de retinografías a diabéticos, tienen cada vez menos cabida, menos disponibilidad de tiempo y van siendo abandonadas por unos profesionales cada vez mas "quemados" sin que nadie haga algo por evitarlo. 

Con estas directrices no escritas, no es de extrañar que vayan apareciendo gestores que se "crean" que esta forma de actuar es el futuro y "compitan" a ver quien es el que mas profundiza en ella. Actúan cada vez con mas ferocidad, sin directrices claras, dando órdenes (no gestionando), blandiendo el látigo cuando profesionales tradicionalmente comprometidos con su trabajo protestan por escrito denunciando la situación. Así, alentados por sus superiores, van contribuyendo día a día a que se instale esa sensación de desánimo entre los profesionales que va a ser la tumba del sistema en su totalidad porque será muy difícil de recuperar.

Una de dos, o hemos de creer a la Sra. Consejera y hay que hacer rectificar o cesar a esos gestores incumplidores que desmienten día a día sus afirmaciones, o esa es la verdadera estrategia que emana desde la Consejería, en cuyo caso su credibilidad, ya por los suelos por los incumplimientos de los acuerdos firmados, no podrá ser levantada nunca.

Mas pronto que tarde, si no se rectifica a tiempo y con los vientos del norte arreciando, la Atención Primaria en Andalucía terminará como en el juego de la Oca: cayendo en el pozo y volviendo a la casilla de salida.




martes, 1 de enero de 2013




 2013: EL AÑO DE LOS PROFESIONALES





El año que acaba de terminar ha supuesto una revolución en la actitud de los profesionales sanitarios que hasta ahora, como colectivo, habíamos mantenido una actitud tibia con respecto a la participación en las decisiones sobre la construcción y futuro de nuestro sistema de salud. La Marea Blanca ha comenzado a extenderse como un movimiento amplio y no circunscrito a Madríd.


Pienso en un 2013 el que :

Vamos a reivindicar la universalidad de la atención sanitaria, defendiéndola como un derecho y no como una prestación derivada de un aseguramiento.

Vamos a defender nuestro sistema público como el mejor modo de asegurar una atención de calidad a nuestros pacientes y ciudadanos en general y donde las políticas de promoción de la salud y prevención de enfermedades no estén sujetas a criterios mercantilistas.

Vamos a poner en evidencia a políticos y gestores de cualquier signo que mientan a la ciudadanía, recortándoles derechos o recursos para ejercerlos mientras se les distrae con falacias y falsas expectativas.

Vamos a denunciar políticas ideológicas que se escudan en la crisis económica y que intentan engañar a la sociedad.

Vamos a combatir cualquier política que detraiga recursos humanos y materiales del sistema poniendo en riesgo su calidad.

Vamos a trabajar para demostrar que la eficiencia en la gestión no se consigue desde sombríos despachos donde se toman decisiones injustas, sin apoyo científico y sin contar con los profesionales.

Vamos a luchar para que no se nos falte el respeto a nuestro honor y a nuestro prestigio profesional. 

Vamos a pelear por nuestra autonomía científica y técnica en la atención a nuestros pacientes, siendo conscientes que que los recursos que la sociedad pone en nuestras manos son limitados y, por lo tanto, asumiendo el compromiso de utilizarlos justa y adecuadamente.


Vamos a ser profesionales comprometidos con la defensa de lo que durante muchos años hemos conseguido entre todos, alejados de guerrillas corporativas y entre estamentos.

Vamos a defender la docencia y la formación como elementos indispensables para el funcionamiento del sistema sanitario público y el futuro del mismo.

Hemos comenzado a hacerlo. Ánimo a todos.





martes, 27 de noviembre de 2012




                     A mis compañeros EIR de Andalucía



       En 1982, nos encerramos cientos de residentes de Medicina Familiar y Comunitaria en el Colegio de Medicos de Madrid para reclamar nuestro sitio en el sistema sanitario. Un mes permanecimos dentro reclamando la creación de los centros de salud, los equipos multidisciplinares, una medicina distinta, centrada en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, con mas tiempo por paciente y mas medios diagnósticos a nuestro alcance. Por primera vez se habló de la Atención Primaria en los médios de comunicación.

       Comenzamos pidiendo unos centros "experimentales" que sirvieran para darnos a conocer y para, atentos, poder realizar en ellos nuestro tercer año de residencia y acabamos impulsando toda una revolución en la entonces asistencia ambulatoria de la Seguridad Social transformándola en lo que hoy es nuestra Atención Primaria. Esa transformación se hizo sustancialmente desde y por los profesionales.

        Eran momentos como los actuales, de crisis económica, de reconversiones industriales, de cambios políticos; momentos en los que uno diría que era difícil que esas reivindicaciones fueran atendidas por alguien porque las preocupaciones de los políticos eran otras. Pero justo en los momentos de crisis es cuando afloran las ideas geniales y cuando los valientes son capaces de cambiar la realidad en la que nos movemos.

     Sé que ahora os sentís cansados, que no sabeis como va a terminar este trance, que sentís indignación hacia unos políticos sanitarios que llevan años vendiendo humo, que han vivido de estar junto a los profesionales si eso les proporcionaba una buena foto o un buen titular de prensa, que tampoco han dudado en tirar por la borda lo que han venido defendiendo como "valores del sistema" con tal de sobrevivir haciendo recortes cortoplacistas y que ahora, cuando pintan bastos, se esconden en sus despachos manteniendo actitudes arrogantes y prepotentes olvidando que el diálogo, la negociación y el apoyo de los profesionales deben ser sus principales herramientas.

       También creo que sentís que no habéis sido suficientemente apoyados por muchos de nosotros, vuestros compañeros, que no hemos hecho todo lo que esperabais que hiciéramos y que os hemos dejado solos en vuestra protesta.

      Esa sensación la tuvimos muchos cuando salimos de nuestro encierro hace ya 30 años. Eran muchas las dudas sobre el futuro, sobre las promesas que nos hicieron, sobre como sería nuestro día de mañana asomados al paro y sobre si nuestra protesta habría servido para algo. Era una sensación lógica porque no podíamos ver el puzle completo si éramos una pieza del mismo.

          Mi post de hoy trata de deciros que ya habéis conseguido muchos de los objetivos que os habíais planteado, que habéis conseguido desnudar a unos políticos y gestores que tras esta huelga han perdido la poca credibilidad que les quedaba ante los profesionales sanitarios, que habéis conseguido hacer sentir vergüenza a muchos que mucho hablan y poco hacen, que habéis comenzado un camino que tarde o temprano dará sus frutos y que nuestro sistema sanitario, sí, el nuestro, el de los pacientes y los profesionales que los atendemos, ha recibido aire fresco, no encorsetado en indicadores construidos para mayor gloria de los que hasta ahora se les ha llenado la boca en decir que trabajan para el sistema público pero que no dudan en abandonar sus principios y esconder su mala gestión bajo el paraguas de la crisis económica.

          Dá igual como termine esta huelga porque nada será igual al día siguiente. Todos tendrán que resituarse y pensar que los profesionales están dando todo lo que saben y pueden por sus pacientes y que sin ellos cualquier visión del sistema es imposible.

            Estais haciendo historia compañeros.

           


       

       

       

       


domingo, 28 de octubre de 2012




 LA MEDICINA ES UNA CIENCIA SOCIAL Y LA POLITICA NO ES MAS QUE MEDICINA A GRAN ESCALA






En 1848 el Gobierno de ocupación prusiano manda a Rudolf Virchow, padre de la anatomía patológica y de la salud pública, hacer un informe que incluya directrices para acabar con la epidemia del tifus que atacaba a las familias de Silesia. Tras dos o tres meses, elabora un informe en el cual dice que lo más importante es permitir que la población de Silesia se exprese en su propia lengua, que se separe la Iglesia del Estado, que tenga derechos políticos para elegir a sus gobernantes con libertad, que se establezcan formas cooperativas de producción y que se incentive la enseñanza con los valores culturales de su pueblo.
El gobierno dice “¿pero usted qué ha hecho?” Yo le pedía un informe médico y usted me ha hecho un informe político y pronunció la famosa frase expulsada de las facultades de medicina: “la medicina es una ciencia social y la política no es más que medicina en gran escala”.

Este párrafo es un extracto de una entrevista a Angeles Maestro que reproduzco por su interés para todos aquellos, incluidos estudiantes, interesados en conocer lo que está pasando en los servicios públicos y especialmente en el sanitario.

El fenómeno de la paulatina privatización, como dice la entrevistada, no es nuevo. Durante muchos años, y por gobiernos de distinto signo político, se ha ido minando el terreno y ahora basta un pequeño esfuerzo para que esas minas estallen frente a unos ciudadanos que parece que no se dan cuenta de la pérdida de derechos, probablemente porque estos se les han vendido como una graciosa concesión de los gobiernos y no como una conquista social de la que no podemos desprendernos sin arrepentirnos amargamente.

El destino final es Grecia, donde la culminación de esas políticas ha ocasionado la existencia de tres millones de personas que hoy no tienen asistencia sanitaria.






http://kaosenlared.net/component/k2/item/35226-entrevista-a-%C3%A1ngeles-maestro-grecia-se%C3%B1ala-el-camino-con-tres-millones-de-personas-sin-asistencia-sanitaria.html













































jueves, 4 de octubre de 2012






                                   Soldaditos Bolivianos




No me puedo resistir en dedicar esta canción a los todavía cargos intermedios del SAS en Sevilla que siguen aportando su grano de arena diario a la sistemática destrucción de nuestra Atención Primaria.



                                     






domingo, 16 de septiembre de 2012




                                     ¡ Comienza el curso !

                    Regreso de las vacaciones de un médico de familia andaluz



Acabo de terminar mis vacaciones y comienzo a trabajar de nuevo.

Nunca en mi vida me he sentido tan desmotivado y con tanta angustia por este hecho. 

Otros años también me daba pereza volver pero siempre pensaba que una vez sentado en la consulta todo pasa y rápidamente me adapto a la situación; el primer problema planteado por el primer paciente me devuelve a la cotidianidad. Veo a mis compañeros, comentamos el verano y comenzamos la nueva etapa con la misma intensidad de siempre. Nuestro ambiente de trabajo siempre ha sido muy bueno, tenemos muy bien ordenado nuestro centro, la formación y la investigación nos ilusiona tanto como la asistencia, somos muy bien valorados por nuestro residentes y hemos demostrado año tras año que cumplimos sobradamente los objetivos que se nos plantean.

Pero este año la situación ha cambiado. He estado recibiendo correos de muchos compañeros en los que se muestra la indignación que sienten todos ante las actuaciones de nuestra empresa, el Servicio Andaluz de Salud (SAS), con respecto a sus trabajadores y no paro de pensar como ha debido ser de mala la gestión en los últimos años para hacer las cosas que se están haciendo achacándolas a los recortes del Gobierno central y de la Junta de Andalucía.

Es cierto que los brutales ajustes presupuestarios impuestos por el Gobierno de España y las decisiones que este ha tomado sobre denegación de la asistencia a inmigrantes y jóvenes parados, los copagos  impuestos a pensionistas y la retirada de la financiación de muchos medicamentos de uso diario en Atención Primaria inciden negativamente en el desarrollo de las competencias y las políticas de la Junta de Andalucía en la atención a la salud, pero cuando los recortes comenzaron a producirse, escuchamos las palabras del Sr. Presidente de la Junta defendiendo la disminución de nuestros salarios para preservar el empleo público y la calidad de la asistencia. Ante este hecho nos resignamos y ante este argumento poco podíamos hacer porque entendíamos que el Gobierno Andaluz estaba obligado a realizar recortes aunque no fueran estos los que mas nos gustasen.

Pero la realidad actual está demostrando que aquellas palabras no fueron dichas para ser cumplidas por  la Consejería de Salud y Bienestar Social (otra interpretación indicaría que fueron una gran mentira). El Servicio Andaluz de Salud ha utilizado los recortes presupuestarios, que debían haberse enjugado sólo con la bajada de nuestros sueldos según el decreto de la Junta de Andalucía, para hacer "sus propios recortes" y para ello sus dirigentes, con el visto bueno de la Sra. Consejera, no han dudado en tirar por la borda lo que consideraban valores del sistema. Se trata de ocultar bajo el manto de la crisis económica los resultados de su mala gestión.

La gestión clínica, el instrumento fundamental que debería guiar el funcionamiento de los centros y facilitar la autonomía de los profesionales ha saltado por los aires porque los propios dirigentes del SAS han derribado uno de sus pilares incumpliendo los acuerdos con las unidades (esto no estaba contemplado en el Decreto de la Junta de Andalucía). La indignación de los profesionales por lo que consideran un engaño y una tomadura de pelo sobre un elemento en el que muchos nos hemos dejado la piel, ha enrarecido y crispado la vida en los centros hasta cotas desconocidas y se ha puesto en grave peligro el sistema de Atención Primaria que tanto costó construir y que ha sido el principal valor añadido a la sanidad española en los últimos treinta años.

Directrices como la demora cero "como sea" que desde hace años venian desplazando a conceptos mas basados en la actuación profesional para mejorar la eficiencia, se han consolidado como valores absolutos cueste lo que cueste y por encima de la calidad de la atención a los pacientes que pasa a un segundo plano  (desde hace meses no oigo hablar a ningún político ni gestor de calidad asistencial). El ciudadano, al que tanto se le ha regalado el oído con ser el centro del sistema y receptor de todos los derechos vendidos como regalos generosos de los gobernantes, ya importa menos, se obvia en todas las reuniones de trabajo con los gestores, se olvida sistemáticamente cuando se presentan las duras medidas que se están adoptando y que, de una manera u otra, le van a afectar directamente.

El obligado aumento de jornada laboral a 37.5 horas semanales dictado por el gobierno central parece estar convirtiendose en Andalucía en un arma dirigida contra los profesionales y usuarios y no en una herramienta para aumentar la productividad y la calidad de la asistencia mediante el pacto con los representantes sindicales como dice la ley. Se están emitiendo normas verbales o documentos casi anónimos, porque parece que ningún gestor se atreve a firmar un papel, en las que se dice claramente que este aumento de jornada no puede convertirse en tiempo de atención a los pacientes (ahí queda eso), sino que solo debe servir para cubrir a compañeros enfermos o ausentes, doblando las horas y la actividad diarias en jornadas de doce horas seguidas sin ningún elemento de orden ni concierto o para realizar "atención continuada" los sábados, fuera de nuestros centros y a pacientes no adscritos a nuestras unidades. El objetivo y, por tanto, la consecuencia de esto es que ya en mi Distrito (Sevilla) se han despedido o dejado de contratar a cientos de profesionales que ejercían estas labores desde hace años y presiento que el objetivo final es acabar con un dispositivo especializado en cuidados críticos y urgencias con lo que la calidad de la atención que hoy se presta quedará considerablemente degradada. ¿Sabe esto el Sr. Presidente de la Junta de Andalucía? ¿Se están cumpliendo sus palabras sobre preservar el empleo público y la calidad de la atención a los pacientes?

La Directora Gerente de mi Distrito (Sevilla) parece haberse convertido en una avanzadilla de las huestes que están ejecutando este ataque brutal a los profesionales, y lo hace sin salir de su despacho, sin atreverse a explicar sus razones (si es que las tiene), sin firmar un solo papel y dejando a los directores de las unidades en una situación insostenible para muchos de ellos. Probablemente piense que convirtiendose en enérgico brazo ejecutor de estas políticas, ganará el favor de sus superiores (no sé para qué) aunque sea a costa de convertirse en enemiga de los "inferiores" y de arrasar con lo construido durante años. ¡Que triste papel el de convertirse en sepulturera!

¿Que hemos hecho para merecer este trato por parte de una Administración Sanitaria a la que se le llenaba la boca de decir que sus profesionales eran los mejores y que habían logrado crear un sistema sanitario que era la envidia del mundo?

Volveré y me encontraré con que afortunadamente en Andalucía se han adoptado decisiones positivas con respecto a los inmigrantes (con el apoyo de los profesionales, por cierto), pero que no sabré que hacer con un paciente al que le tenga que prescribir un medicamento no financiado (nadie me lo ha explicado todavía); que el Ministerio de Sanidad me ha puesto a los pies de los caballos al decir que es el médico el que decide si un determinado medicamento se financia o no y nadie se ha dignado en explicarnos como se hace eso; que debo perder parte de mi escaso tiempo de dedicación al paciente para explicarle todas estas cosas y no se de donde lo voy a sacar porque, a lo peor, tengo que acabar pronto para pasar la consulta de otro compañero que acaba de llamar diciendo que está enfermo; que muchos días tendré que llamar a mi casa para decir que me tengo que quedar por la tarde, que me lo acaban de decir y que hay que variar todos los planes; que tendré que protestar airado para que no me "inserten" más pacientes entre los citados porque no puedo más; que no sé de dónde voy a sacar tiempo para mis visitas domiciliarias; que volveré a comenzar con retraso la cirugía menor (si es que sigo haciéndola) porque he terminado tarde la consulta; que tendré que seguir preparándome las sesiones en mi casa y ese tiempo no cuenta para nadie; que también tendré que seguir estudiándome en mi casa qué le pasa a ese paciente complicado que no me deja dormir; que tendré que supervisar el trabajo de los residentes y validar su trayectoria, también en mi casa, mediante un instrumento infernal creado por la misma administración que no me reconoce mi labor docente; y todo eso sabiendo que mis jefes, los gestores que más cerca tengo, se han convertido en mis enemigos.

Triste y penoso regreso.



























miércoles, 29 de agosto de 2012


                                                   ¡Patético!



Todos los tutores de residente de Medicina Familiar y Comunitaria de Andalucía hemos recibido una carta del Director Gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que intenta salir al paso de las dimisiones que se están produciendo a raiz de los recortes del SAS que están afectando gravemente a nuestros centros. Reproduzco la carta, dado que se puede considerar pública, y la contestación de nuestro compañero de Málaga José Manuel Aranda Regules. Ambos textos no tienen desperdicio.




Sevilla, 30 de julio de 2012

Querido José Manuel:
Quizás te sorprenda mi carta, pero quiero aprovechar estos días estivales en los que tanto se facilita la reflexión para agradecerte personalmente el compromiso que tienes y vienes desarrollando con la docencia en tu condición de tutor de la formación de los especialistas en formación en tu especialidad y en tu centro. Soy consciente, no en vano fui durante cinco años tutor de residentes, del esfuerzo que ello supone al sumarse esa responsabilidad a tus tareas asistenciales habituales. También reconozco que se trata de una labor generosa y vocacional, ya que no se realiza a cambio de ninguna prestación económica sino como fruto de una especial convicción y un fuerte compromiso con las personas que desean aprender, como nosotros en su día, en el seno del sistema sanitario público de Andalucía.
El modelo organizativo en el que se sustenta el Servicio Andaluz de Salud persigue desde hace varios años que los profesionales sanitarios desempeñen sus actividades asistenciales con cotas progresivas de autonomía organizativa en un marco de corresponsabilidad. También ocurre así, y de forma muy singular y destacada, con la gestión del conocimiento, que es un pilar fundamental de nuestro presente y un destacado valor para nuestro futuro por su especial contribución al desarrollo y a la actualización constante, ejes imprescindibles de nuestra calidad asistencial.
En estos tiempos de extremas dificultades económicas y de permanentes incertidumbres sobrevenidas, hay quienes piensan que el conflicto y la confrontación son herramientas adecuadas para ejercer presión sobre las personas que tienen la obligación de tomar decisiones que permitan gestionar estas graves dificultades e incertidumbres. Pero hay muchísimas más que, como tú, con independencia de cuál sea su posición íntima personal en su trabajo diario, preservan y protegen los ámbitos que representan valores irrenunciables de nuestro sistema sanitario, y la docencia es uno de ellos.
Yo quiero aprovechar la ocasión que me brinda dirigirte estas líneas para agradecerte personalmente que, a pesar de las duras circunstancias que atravesamos, no hayas quebrado tu compromiso con la docencia en tu centro y especialidad y no hayas utilizado tu renuncia como tutorcomo instrumento de presión. Y quiero reconocer, en mi calidad de Director Gerente del Servicio Andaluz de Salud, la importante y generosa labor que realizas al gestionar la transmisión de  todo nuestro conocimiento a las generaciones futuras de especialistas.
Te animo, en consecuencia, a que continúes participando y contribuyendo, cada día, a que en tu centro, en tu unidad asistencial y en tu especialidad, se formen sin distorsiones externas compañeras y compañeros. Así podrán aprender también con tu ejemplo a ser cada vez más protagonistas en nuestro sistema sanitario público de Andalucía, a que éste continúe siendo un referente de formación de calidad a nivel nacional y a preservar sus valores con nuestro compromiso.

Un abrazo,
José Luis Gutiérrez Pérez
Director Gerente











Estimado José Luís:
Como dices, me sorprende tu carta, la primera vez que te diriges personalmente a mi, después de más de 20 años de ser tutor de residentes de la especialidad de Medicina de Familia, labor que como dices, ni ha sido remunerada , ni yo diría reconocida  ni facilitada por la Administración para la que trabajo. Me imagino que el miedo a las dimisiones masivas de tutores (después de las de personas de gran valía profesional como José Antonio Prados de Córdoba)  tras el ultimo Decreto de recortes será el motivo de la misma. Por eso me gustaría puntualizar mi posición personal al respecto del problema.
Creo que no tienes nada que agradecerme, te aseguro que si sigo siendo tutor de residentes (como voy a seguir haciéndolo a pesar de que me bajen el sueldo) no es por ti, ni por tu interés, ni siquiera por el de la Unidad Docente o el Distrito Sanitario Málaga.
Opino que forma parte de mi responsabilidad profesional intentar transmitir lo que se y como creo que se debe hacer la Medicina de Familia en la sanidad pública andaluza, aún muchas veces en contra de los criterios de la organización de la que eres responsable. Por eso no quiero que me agradezcas nada, mas bien me gustaría que, en vez de cartas, resolvieses algunos problemas que los Centros de Salud y la Medicina de Familia en concreto llevan arrastrando durante años. Es difícil mantener el ánimo como tutor de una especialidad que es la última elegida entre los futuros MIR (no porque no les guste, sino por que no la pueden ejercer después de finalizarla). Claro, porque ser médico de familia no es trabajar en un DECU, o ser parte de una plantilla colchón, o hacer de médico mercenario cubriendo dos o tres consultas cuando alguien se pone malo o se va de vacaciones en contratos de días sueltos. ¡Ah se me olvidaba que ya ni eso les queda después de este verano!. Mis mejores residentes se han cambiado de especialidad o han acabado de médicos de urgencias. Claro, porque a la organización de la que eres responsable, le ha importado poco los principios de la Medicina de Familia : la continuidad de la asistencia, la promoción de salud, el modelo biopsicosocial... Demora 0 y control del gasto farmacéutico son sus prioridades y un absurdo sistema de garantía de calidad donde la excelencia de mi Centro de Salud la evalúa un dentista o un farmacéutico que nada sabe de Atencion Primaria con una "check list".
Por eso no quiero que me des las gracias, me parece que no formo a médicos futuros especialistas para la organización que diriges, ni que coincidamos en lo que debe ser un medico de familia, todavía tengo la esperanza de que los Centros de Salud sean lo que pretendíamos que fueran, que te apliques y hagas tu trabajo y sobre todo que escuches la opinión de los que trabajamos a pie de obra (escucharla para aprender no para justificar el apoyo de una sociedad profesional comprada con prebendas). Además siempre quedan las famosas 3 salidas de los profesionales jovenes españoles (por tierra, mar y aire al extranjero) creo que en Europa se valora mucho al medico de familia español que formamos y formaremos los que nos creemos lo de la sanidad publica y la medicina de familia en este país indpendientemente del sueldo.
Un saludo afectuoso
José Manuel Aranda Regules
Medico de Familia
Centro de Salud San Andrés Torcal de Málaga