martes, 27 de noviembre de 2012




                     A mis compañeros EIR de Andalucía



       En 1982, nos encerramos cientos de residentes de Medicina Familiar y Comunitaria en el Colegio de Medicos de Madrid para reclamar nuestro sitio en el sistema sanitario. Un mes permanecimos dentro reclamando la creación de los centros de salud, los equipos multidisciplinares, una medicina distinta, centrada en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, con mas tiempo por paciente y mas medios diagnósticos a nuestro alcance. Por primera vez se habló de la Atención Primaria en los médios de comunicación.

       Comenzamos pidiendo unos centros "experimentales" que sirvieran para darnos a conocer y para, atentos, poder realizar en ellos nuestro tercer año de residencia y acabamos impulsando toda una revolución en la entonces asistencia ambulatoria de la Seguridad Social transformándola en lo que hoy es nuestra Atención Primaria. Esa transformación se hizo sustancialmente desde y por los profesionales.

        Eran momentos como los actuales, de crisis económica, de reconversiones industriales, de cambios políticos; momentos en los que uno diría que era difícil que esas reivindicaciones fueran atendidas por alguien porque las preocupaciones de los políticos eran otras. Pero justo en los momentos de crisis es cuando afloran las ideas geniales y cuando los valientes son capaces de cambiar la realidad en la que nos movemos.

     Sé que ahora os sentís cansados, que no sabeis como va a terminar este trance, que sentís indignación hacia unos políticos sanitarios que llevan años vendiendo humo, que han vivido de estar junto a los profesionales si eso les proporcionaba una buena foto o un buen titular de prensa, que tampoco han dudado en tirar por la borda lo que han venido defendiendo como "valores del sistema" con tal de sobrevivir haciendo recortes cortoplacistas y que ahora, cuando pintan bastos, se esconden en sus despachos manteniendo actitudes arrogantes y prepotentes olvidando que el diálogo, la negociación y el apoyo de los profesionales deben ser sus principales herramientas.

       También creo que sentís que no habéis sido suficientemente apoyados por muchos de nosotros, vuestros compañeros, que no hemos hecho todo lo que esperabais que hiciéramos y que os hemos dejado solos en vuestra protesta.

      Esa sensación la tuvimos muchos cuando salimos de nuestro encierro hace ya 30 años. Eran muchas las dudas sobre el futuro, sobre las promesas que nos hicieron, sobre como sería nuestro día de mañana asomados al paro y sobre si nuestra protesta habría servido para algo. Era una sensación lógica porque no podíamos ver el puzle completo si éramos una pieza del mismo.

          Mi post de hoy trata de deciros que ya habéis conseguido muchos de los objetivos que os habíais planteado, que habéis conseguido desnudar a unos políticos y gestores que tras esta huelga han perdido la poca credibilidad que les quedaba ante los profesionales sanitarios, que habéis conseguido hacer sentir vergüenza a muchos que mucho hablan y poco hacen, que habéis comenzado un camino que tarde o temprano dará sus frutos y que nuestro sistema sanitario, sí, el nuestro, el de los pacientes y los profesionales que los atendemos, ha recibido aire fresco, no encorsetado en indicadores construidos para mayor gloria de los que hasta ahora se les ha llenado la boca en decir que trabajan para el sistema público pero que no dudan en abandonar sus principios y esconder su mala gestión bajo el paraguas de la crisis económica.

          Dá igual como termine esta huelga porque nada será igual al día siguiente. Todos tendrán que resituarse y pensar que los profesionales están dando todo lo que saben y pueden por sus pacientes y que sin ellos cualquier visión del sistema es imposible.

            Estais haciendo historia compañeros.

           


       

       

       

       


domingo, 28 de octubre de 2012




 LA MEDICINA ES UNA CIENCIA SOCIAL Y LA POLITICA NO ES MAS QUE MEDICINA A GRAN ESCALA






En 1848 el Gobierno de ocupación prusiano manda a Rudolf Virchow, padre de la anatomía patológica y de la salud pública, hacer un informe que incluya directrices para acabar con la epidemia del tifus que atacaba a las familias de Silesia. Tras dos o tres meses, elabora un informe en el cual dice que lo más importante es permitir que la población de Silesia se exprese en su propia lengua, que se separe la Iglesia del Estado, que tenga derechos políticos para elegir a sus gobernantes con libertad, que se establezcan formas cooperativas de producción y que se incentive la enseñanza con los valores culturales de su pueblo.
El gobierno dice “¿pero usted qué ha hecho?” Yo le pedía un informe médico y usted me ha hecho un informe político y pronunció la famosa frase expulsada de las facultades de medicina: “la medicina es una ciencia social y la política no es más que medicina en gran escala”.

Este párrafo es un extracto de una entrevista a Angeles Maestro que reproduzco por su interés para todos aquellos, incluidos estudiantes, interesados en conocer lo que está pasando en los servicios públicos y especialmente en el sanitario.

El fenómeno de la paulatina privatización, como dice la entrevistada, no es nuevo. Durante muchos años, y por gobiernos de distinto signo político, se ha ido minando el terreno y ahora basta un pequeño esfuerzo para que esas minas estallen frente a unos ciudadanos que parece que no se dan cuenta de la pérdida de derechos, probablemente porque estos se les han vendido como una graciosa concesión de los gobiernos y no como una conquista social de la que no podemos desprendernos sin arrepentirnos amargamente.

El destino final es Grecia, donde la culminación de esas políticas ha ocasionado la existencia de tres millones de personas que hoy no tienen asistencia sanitaria.






http://kaosenlared.net/component/k2/item/35226-entrevista-a-%C3%A1ngeles-maestro-grecia-se%C3%B1ala-el-camino-con-tres-millones-de-personas-sin-asistencia-sanitaria.html













































jueves, 4 de octubre de 2012






                                   Soldaditos Bolivianos




No me puedo resistir en dedicar esta canción a los todavía cargos intermedios del SAS en Sevilla que siguen aportando su grano de arena diario a la sistemática destrucción de nuestra Atención Primaria.



                                     






domingo, 16 de septiembre de 2012




                                     ¡ Comienza el curso !

                    Regreso de las vacaciones de un médico de familia andaluz



Acabo de terminar mis vacaciones y comienzo a trabajar de nuevo.

Nunca en mi vida me he sentido tan desmotivado y con tanta angustia por este hecho. 

Otros años también me daba pereza volver pero siempre pensaba que una vez sentado en la consulta todo pasa y rápidamente me adapto a la situación; el primer problema planteado por el primer paciente me devuelve a la cotidianidad. Veo a mis compañeros, comentamos el verano y comenzamos la nueva etapa con la misma intensidad de siempre. Nuestro ambiente de trabajo siempre ha sido muy bueno, tenemos muy bien ordenado nuestro centro, la formación y la investigación nos ilusiona tanto como la asistencia, somos muy bien valorados por nuestro residentes y hemos demostrado año tras año que cumplimos sobradamente los objetivos que se nos plantean.

Pero este año la situación ha cambiado. He estado recibiendo correos de muchos compañeros en los que se muestra la indignación que sienten todos ante las actuaciones de nuestra empresa, el Servicio Andaluz de Salud (SAS), con respecto a sus trabajadores y no paro de pensar como ha debido ser de mala la gestión en los últimos años para hacer las cosas que se están haciendo achacándolas a los recortes del Gobierno central y de la Junta de Andalucía.

Es cierto que los brutales ajustes presupuestarios impuestos por el Gobierno de España y las decisiones que este ha tomado sobre denegación de la asistencia a inmigrantes y jóvenes parados, los copagos  impuestos a pensionistas y la retirada de la financiación de muchos medicamentos de uso diario en Atención Primaria inciden negativamente en el desarrollo de las competencias y las políticas de la Junta de Andalucía en la atención a la salud, pero cuando los recortes comenzaron a producirse, escuchamos las palabras del Sr. Presidente de la Junta defendiendo la disminución de nuestros salarios para preservar el empleo público y la calidad de la asistencia. Ante este hecho nos resignamos y ante este argumento poco podíamos hacer porque entendíamos que el Gobierno Andaluz estaba obligado a realizar recortes aunque no fueran estos los que mas nos gustasen.

Pero la realidad actual está demostrando que aquellas palabras no fueron dichas para ser cumplidas por  la Consejería de Salud y Bienestar Social (otra interpretación indicaría que fueron una gran mentira). El Servicio Andaluz de Salud ha utilizado los recortes presupuestarios, que debían haberse enjugado sólo con la bajada de nuestros sueldos según el decreto de la Junta de Andalucía, para hacer "sus propios recortes" y para ello sus dirigentes, con el visto bueno de la Sra. Consejera, no han dudado en tirar por la borda lo que consideraban valores del sistema. Se trata de ocultar bajo el manto de la crisis económica los resultados de su mala gestión.

La gestión clínica, el instrumento fundamental que debería guiar el funcionamiento de los centros y facilitar la autonomía de los profesionales ha saltado por los aires porque los propios dirigentes del SAS han derribado uno de sus pilares incumpliendo los acuerdos con las unidades (esto no estaba contemplado en el Decreto de la Junta de Andalucía). La indignación de los profesionales por lo que consideran un engaño y una tomadura de pelo sobre un elemento en el que muchos nos hemos dejado la piel, ha enrarecido y crispado la vida en los centros hasta cotas desconocidas y se ha puesto en grave peligro el sistema de Atención Primaria que tanto costó construir y que ha sido el principal valor añadido a la sanidad española en los últimos treinta años.

Directrices como la demora cero "como sea" que desde hace años venian desplazando a conceptos mas basados en la actuación profesional para mejorar la eficiencia, se han consolidado como valores absolutos cueste lo que cueste y por encima de la calidad de la atención a los pacientes que pasa a un segundo plano  (desde hace meses no oigo hablar a ningún político ni gestor de calidad asistencial). El ciudadano, al que tanto se le ha regalado el oído con ser el centro del sistema y receptor de todos los derechos vendidos como regalos generosos de los gobernantes, ya importa menos, se obvia en todas las reuniones de trabajo con los gestores, se olvida sistemáticamente cuando se presentan las duras medidas que se están adoptando y que, de una manera u otra, le van a afectar directamente.

El obligado aumento de jornada laboral a 37.5 horas semanales dictado por el gobierno central parece estar convirtiendose en Andalucía en un arma dirigida contra los profesionales y usuarios y no en una herramienta para aumentar la productividad y la calidad de la asistencia mediante el pacto con los representantes sindicales como dice la ley. Se están emitiendo normas verbales o documentos casi anónimos, porque parece que ningún gestor se atreve a firmar un papel, en las que se dice claramente que este aumento de jornada no puede convertirse en tiempo de atención a los pacientes (ahí queda eso), sino que solo debe servir para cubrir a compañeros enfermos o ausentes, doblando las horas y la actividad diarias en jornadas de doce horas seguidas sin ningún elemento de orden ni concierto o para realizar "atención continuada" los sábados, fuera de nuestros centros y a pacientes no adscritos a nuestras unidades. El objetivo y, por tanto, la consecuencia de esto es que ya en mi Distrito (Sevilla) se han despedido o dejado de contratar a cientos de profesionales que ejercían estas labores desde hace años y presiento que el objetivo final es acabar con un dispositivo especializado en cuidados críticos y urgencias con lo que la calidad de la atención que hoy se presta quedará considerablemente degradada. ¿Sabe esto el Sr. Presidente de la Junta de Andalucía? ¿Se están cumpliendo sus palabras sobre preservar el empleo público y la calidad de la atención a los pacientes?

La Directora Gerente de mi Distrito (Sevilla) parece haberse convertido en una avanzadilla de las huestes que están ejecutando este ataque brutal a los profesionales, y lo hace sin salir de su despacho, sin atreverse a explicar sus razones (si es que las tiene), sin firmar un solo papel y dejando a los directores de las unidades en una situación insostenible para muchos de ellos. Probablemente piense que convirtiendose en enérgico brazo ejecutor de estas políticas, ganará el favor de sus superiores (no sé para qué) aunque sea a costa de convertirse en enemiga de los "inferiores" y de arrasar con lo construido durante años. ¡Que triste papel el de convertirse en sepulturera!

¿Que hemos hecho para merecer este trato por parte de una Administración Sanitaria a la que se le llenaba la boca de decir que sus profesionales eran los mejores y que habían logrado crear un sistema sanitario que era la envidia del mundo?

Volveré y me encontraré con que afortunadamente en Andalucía se han adoptado decisiones positivas con respecto a los inmigrantes (con el apoyo de los profesionales, por cierto), pero que no sabré que hacer con un paciente al que le tenga que prescribir un medicamento no financiado (nadie me lo ha explicado todavía); que el Ministerio de Sanidad me ha puesto a los pies de los caballos al decir que es el médico el que decide si un determinado medicamento se financia o no y nadie se ha dignado en explicarnos como se hace eso; que debo perder parte de mi escaso tiempo de dedicación al paciente para explicarle todas estas cosas y no se de donde lo voy a sacar porque, a lo peor, tengo que acabar pronto para pasar la consulta de otro compañero que acaba de llamar diciendo que está enfermo; que muchos días tendré que llamar a mi casa para decir que me tengo que quedar por la tarde, que me lo acaban de decir y que hay que variar todos los planes; que tendré que protestar airado para que no me "inserten" más pacientes entre los citados porque no puedo más; que no sé de dónde voy a sacar tiempo para mis visitas domiciliarias; que volveré a comenzar con retraso la cirugía menor (si es que sigo haciéndola) porque he terminado tarde la consulta; que tendré que seguir preparándome las sesiones en mi casa y ese tiempo no cuenta para nadie; que también tendré que seguir estudiándome en mi casa qué le pasa a ese paciente complicado que no me deja dormir; que tendré que supervisar el trabajo de los residentes y validar su trayectoria, también en mi casa, mediante un instrumento infernal creado por la misma administración que no me reconoce mi labor docente; y todo eso sabiendo que mis jefes, los gestores que más cerca tengo, se han convertido en mis enemigos.

Triste y penoso regreso.



























miércoles, 29 de agosto de 2012


                                                   ¡Patético!



Todos los tutores de residente de Medicina Familiar y Comunitaria de Andalucía hemos recibido una carta del Director Gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que intenta salir al paso de las dimisiones que se están produciendo a raiz de los recortes del SAS que están afectando gravemente a nuestros centros. Reproduzco la carta, dado que se puede considerar pública, y la contestación de nuestro compañero de Málaga José Manuel Aranda Regules. Ambos textos no tienen desperdicio.




Sevilla, 30 de julio de 2012

Querido José Manuel:
Quizás te sorprenda mi carta, pero quiero aprovechar estos días estivales en los que tanto se facilita la reflexión para agradecerte personalmente el compromiso que tienes y vienes desarrollando con la docencia en tu condición de tutor de la formación de los especialistas en formación en tu especialidad y en tu centro. Soy consciente, no en vano fui durante cinco años tutor de residentes, del esfuerzo que ello supone al sumarse esa responsabilidad a tus tareas asistenciales habituales. También reconozco que se trata de una labor generosa y vocacional, ya que no se realiza a cambio de ninguna prestación económica sino como fruto de una especial convicción y un fuerte compromiso con las personas que desean aprender, como nosotros en su día, en el seno del sistema sanitario público de Andalucía.
El modelo organizativo en el que se sustenta el Servicio Andaluz de Salud persigue desde hace varios años que los profesionales sanitarios desempeñen sus actividades asistenciales con cotas progresivas de autonomía organizativa en un marco de corresponsabilidad. También ocurre así, y de forma muy singular y destacada, con la gestión del conocimiento, que es un pilar fundamental de nuestro presente y un destacado valor para nuestro futuro por su especial contribución al desarrollo y a la actualización constante, ejes imprescindibles de nuestra calidad asistencial.
En estos tiempos de extremas dificultades económicas y de permanentes incertidumbres sobrevenidas, hay quienes piensan que el conflicto y la confrontación son herramientas adecuadas para ejercer presión sobre las personas que tienen la obligación de tomar decisiones que permitan gestionar estas graves dificultades e incertidumbres. Pero hay muchísimas más que, como tú, con independencia de cuál sea su posición íntima personal en su trabajo diario, preservan y protegen los ámbitos que representan valores irrenunciables de nuestro sistema sanitario, y la docencia es uno de ellos.
Yo quiero aprovechar la ocasión que me brinda dirigirte estas líneas para agradecerte personalmente que, a pesar de las duras circunstancias que atravesamos, no hayas quebrado tu compromiso con la docencia en tu centro y especialidad y no hayas utilizado tu renuncia como tutorcomo instrumento de presión. Y quiero reconocer, en mi calidad de Director Gerente del Servicio Andaluz de Salud, la importante y generosa labor que realizas al gestionar la transmisión de  todo nuestro conocimiento a las generaciones futuras de especialistas.
Te animo, en consecuencia, a que continúes participando y contribuyendo, cada día, a que en tu centro, en tu unidad asistencial y en tu especialidad, se formen sin distorsiones externas compañeras y compañeros. Así podrán aprender también con tu ejemplo a ser cada vez más protagonistas en nuestro sistema sanitario público de Andalucía, a que éste continúe siendo un referente de formación de calidad a nivel nacional y a preservar sus valores con nuestro compromiso.

Un abrazo,
José Luis Gutiérrez Pérez
Director Gerente











Estimado José Luís:
Como dices, me sorprende tu carta, la primera vez que te diriges personalmente a mi, después de más de 20 años de ser tutor de residentes de la especialidad de Medicina de Familia, labor que como dices, ni ha sido remunerada , ni yo diría reconocida  ni facilitada por la Administración para la que trabajo. Me imagino que el miedo a las dimisiones masivas de tutores (después de las de personas de gran valía profesional como José Antonio Prados de Córdoba)  tras el ultimo Decreto de recortes será el motivo de la misma. Por eso me gustaría puntualizar mi posición personal al respecto del problema.
Creo que no tienes nada que agradecerme, te aseguro que si sigo siendo tutor de residentes (como voy a seguir haciéndolo a pesar de que me bajen el sueldo) no es por ti, ni por tu interés, ni siquiera por el de la Unidad Docente o el Distrito Sanitario Málaga.
Opino que forma parte de mi responsabilidad profesional intentar transmitir lo que se y como creo que se debe hacer la Medicina de Familia en la sanidad pública andaluza, aún muchas veces en contra de los criterios de la organización de la que eres responsable. Por eso no quiero que me agradezcas nada, mas bien me gustaría que, en vez de cartas, resolvieses algunos problemas que los Centros de Salud y la Medicina de Familia en concreto llevan arrastrando durante años. Es difícil mantener el ánimo como tutor de una especialidad que es la última elegida entre los futuros MIR (no porque no les guste, sino por que no la pueden ejercer después de finalizarla). Claro, porque ser médico de familia no es trabajar en un DECU, o ser parte de una plantilla colchón, o hacer de médico mercenario cubriendo dos o tres consultas cuando alguien se pone malo o se va de vacaciones en contratos de días sueltos. ¡Ah se me olvidaba que ya ni eso les queda después de este verano!. Mis mejores residentes se han cambiado de especialidad o han acabado de médicos de urgencias. Claro, porque a la organización de la que eres responsable, le ha importado poco los principios de la Medicina de Familia : la continuidad de la asistencia, la promoción de salud, el modelo biopsicosocial... Demora 0 y control del gasto farmacéutico son sus prioridades y un absurdo sistema de garantía de calidad donde la excelencia de mi Centro de Salud la evalúa un dentista o un farmacéutico que nada sabe de Atencion Primaria con una "check list".
Por eso no quiero que me des las gracias, me parece que no formo a médicos futuros especialistas para la organización que diriges, ni que coincidamos en lo que debe ser un medico de familia, todavía tengo la esperanza de que los Centros de Salud sean lo que pretendíamos que fueran, que te apliques y hagas tu trabajo y sobre todo que escuches la opinión de los que trabajamos a pie de obra (escucharla para aprender no para justificar el apoyo de una sociedad profesional comprada con prebendas). Además siempre quedan las famosas 3 salidas de los profesionales jovenes españoles (por tierra, mar y aire al extranjero) creo que en Europa se valora mucho al medico de familia español que formamos y formaremos los que nos creemos lo de la sanidad publica y la medicina de familia en este país indpendientemente del sueldo.
Un saludo afectuoso
José Manuel Aranda Regules
Medico de Familia
Centro de Salud San Andrés Torcal de Málaga

jueves, 16 de agosto de 2012


     

Mi compañero y amigo José Manuel Aranda Regúles, de Málaga, me envía este articulo que ha publicado en el Diario El Sur.



      RAZONES PARA LA OBJECION DE CONCIENCIA DE UN MEDICO DE FAMILA



Tras la aprobación del Real Decreto Ley 16/2012 del Gobierno del PP presidido por el Sr. Rajoy, en España hemos pasado de un sistema sanitario publico universal que reconoce el derecho a la salud de todos los residentes a un sistema de aseguramiento basado en las cotizaciones. La consecuencia inmediata de este profundo cambio va a ser la exclusión de colectivos de las prestaciones de la sanidad pública. En su formulación original lo mas llamativo es que quedaban fuera los mayores de 26 años en busca de su primer empleo (estimaciones  según la EPA del 1º Trimestre del 2012 de 249.152 personas) y los emigrantes sin tarjeta de residencia (estimación de 336. 257 personas). La contestación social, incluidos los votantes del PP, hizo que el primer grupo fuese incluido en el reglamento del Decreto, no así el segundo que se enfrenta a partir de septiembre a la falta de atención a su salud. Numerosos colectivos sociales y profesionales se han opuesto a una medida que probablemente va a sobrecargar  los servicios de urgencias y conlleve graves problemas de salud publica por no tratar pacientes con enfermedades graves (VIH, tuberculosis, cáncer). La respuesta del Gobierno ha sido ofertar los servicios públicos a cambio de un  dinero que no pueden pagar. Es decir ninguna solución realista. Cualquier persona conocedora  del sistema sanitario español sabe que esta población (joven y sin enfermedades crónicas) genera muy poco gasto sanitario. ¿Cuál es la razón, pues, de esta medida que no tiene justificación en el ahorro?

A mi parecer, el Gobierno del PP está ensayando la tolerancia que tenemos los españoles a la exclusión social. Y ha empezado por el grupo mas vulnerable: los sin papeles, los sin familia, los sin trabajo, los de la economía sumergida, los extranjeros. En Estados Unidos 40 millones de personas están en esta situación… y no pasa nada. Parece que el modelo social que el Sr. Rajoy propugna es el de una sociedad opulenta con el “inevitable” coste de marginados sociales a los que los que algunos ciudadanos tachan de “vagos, inadaptados o locos”. Una sociedad insolidaria, escindida, racista, basada en el miedo de los que tienen para ir tirando. Rajoy nos da a entender que ellos tienen la culpa, ¡que no hubieran venido! Que un sistema solidario es insostenible: los emigrantes ilegales son la causa de las dificultades que venimos teniendo los españoles con la crisis. Cuando andamos escasos primero hay que mirar por los de dentro, y ellos son los de fuera: los extranjeros. Bajos sentimientos son los que estimula el Partido Popular.

Soy médico de un Centro de Salud, sólo trabajo en la pública, y llevo más de 20 años atendiendo a mi cupo en una barriada popular de Málaga. Kmandi viene hoy a consulta por dolor de cabeza, nada serio. Hace tiempo que no le veo, me cuenta que está buscando trabajo por donde lo haya, se parece a otros muchos de mi cupo en casi todo, quizás sólo le diferencia el color de la piel y ese acento cuando habla castellano que posiblemente no cambiará nunca, nos llevamos bien desde hace 5 años. Tengo más pacientes como él. No me sentiría capaz de decirles que a partir de septiembre ya no voy a ser su médico porque no tienen de 710 a 1.500 euros al año para pagar. Nunca pensé verme en esta situación. Afortunadamente la Consejería de Salud de Andalucía ha decidido seguir manteniendo la asistencia a este colectivo. Tampoco pensé que iba a tener que agradecer a José Luís Gutiérrez Pérez, Director Gerente del Servicio Andaluz de Salud, que me ahorrase la vergüenza de negarme a atender a personas necesitadas porque no tienen dinero para pagarlo. Otros Gobiernos Autónomos han hecho lo mismo: Cataluña, el País Vasco y Asturias. Los asturianos quizás recuerden que siempre fueron emigrantes. También me siento orgulloso de pertenecer a la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria que está organizando la objeción de conciencia (la insumisión) de los médicos de familia que trabajan en sitios donde esta norma racista va a entrar en vigor (objecion.semfyc.es/) y al colectivo médico de este país representado por la Organización Medica Colegial que nos apoya.

Mientras, hoy se da a conocer que las aseguradoras sanitarias privadas en Cataluña han crecido un 6% en el 2011, el año que se iniciaron los recortes en su sistema sanitario público: hay oportunidad de negocio, alguien se hace rico con la política de exclusión y de deterioro de la sanidad.

Pero aquí no acaba la cosa, porque la falta de asistencia de los emigrantes sin papeles es sólo un trocito del grave problema que vive la sociedad española. Mas  de 10.000.000 residentes en España (casi un cuarto de nuestra población) está bajo el umbral de la pobreza, con la amenaza de no tener dinero para pagar incluso necesidades más básicas que la asistencia sanitaria y dependiendo de la caridad.

Hoy ha muerto Sancho Gracia, es decir Curro Jiménez, el héroe que estaba fuera de la ley porque era injusta. Hoy Diego Valderas, Vicepresidente de la Junta de Andalucía, ha dicho que debajo de la situación política  que vivimos está el conflicto de ricos contra pobres. Todavía colea el robo a supermercados encabezado por Sánchez Gordillo y su sindicato, que desapruebo política y personalmente, pero que todos parecen comprender (¿qué haría usted si sus hijos no tuvieran que comer?).

Me da miedo levantarme por las mañanas y escuchar las noticias en la radio que hablan de violencia, de criminalización de actitudes políticas de contestación a las medidas del PP y su gobierno, de la desaparición de la ley como consenso social. Me da miedo ir al barrio donde trabajo y enterarme de que a pacientes míos les han asaltado en sus casas, que la crisis de angustia que me consultan es porque lleva trabajando desde marzo sin que le paguen, que el intento de suicidio de esa madre fue por gastarse la beca escolar de su hijo en comprar comida. Y el miedo es, porque si no hago algo para que las cosas cambien y acepto pasivamente la política de exclusión que el Gobierno practica y el mundo al que nos lleva, un día yo, que tengo para comer y casa donde vivir, tendré que escoger bando (los ricos o los pobres) y la lucha será a muerte, como lo fue en 1936.

Pero creo, confío en otra España posible. La España solidaria y sin brechas que no tolera que la gente muera de necesidad mientras haya opulentos y aprovechados a quienes les sobra de todo. Una sociedad hecha para que los bancos españoles y europeos cobren sus deudas con interés.

Esas son las razones profundas para mi objeción de conciencia, voy a seguir atendiendo a mis pacientes (sin distinciones por razones de color o papeles) que lo necesiten en cualquier caso y situación y animo a todos a objetar las políticas de exclusión que solo nos llevan al desastre y a la violencia social

José Manuel Aranda Regules. Medico de Familia Centro de salud San Andrés Torcal Área de Salud de Izquierda Unida

sábado, 11 de agosto de 2012

                            ¿Hipocresía o desfachatez?


He oído y leído mucho la palabra "hipócrita" para referirse a hechos o decisiones gubernamentales en el sector sanitario. Hipócrita según la Real Academia Española es alguien que hace fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.

Estoy en contra de la utilización de ese adjetivo para referirme a hechos como estos:

Dejar sin cobertura sanitaria a los inmigrantes y mezclar la barbaridad con la regulación del llamado turismo sanitario.

Decir que los médicos decidirán qué situaciones son atendibles y negar la objeción de conciencia mientras sí se permite hasta para informar sobre la actual ley del aborto a una ciudadana que la requiera.

Establecer planes de cobro a los países de origen sabiendo que son inviables.

Decir que se recortan salarios para evitar despidos y utilizar el incremento de jornada para despedir impunemente.

Aludir a la crisis y reducción del gasto público para introducir reformas ideológicas que transforman sustancialmente los valores del sistema público.

Abrir el debate sobre el aborto tocando sin ningún pudor situaciones límites mientras se recortan prestaciones a los discapacitados.

Atacar impunemente a todos como culpables de los recortes y llamar irresponsable a quien hace alguna crítica.

Para esto prefiero utilizar la palabra "desfachatez" que el diccionario de la RAE define como:  descaro, desvergüenza.


jueves, 19 de julio de 2012

La tristeza del colaborador necesario


"Eso me hizo sentir que la dimisión por principios y como cuestión de honor era buena para nuestro sistema democrático".
                                                                                         


La sanidad andaluza está en horas bajas, el hasta ahora sistema perfecto, envidia del mundo, se está viniendo abajo en poco tiempo porque ni siquiera sus propios gestores saben defenderlo de los ataques a los que está siendo sometido.

Políticas basadas en la propaganda y en las fotos al lado de los profesionales que marcan hitos mientras calladamente se recortaba y recortaba por la base no podían mantenerse mucho tiempo. Si además se cometen errores tan garrafales como quemar las banderas que se habían enarbolado (lease gestión clínica) y se arremete brutalmente contra los profesionales con recortes propios escudándose en los que hacen otros y sin ninguna explicación añadida, el "pastel está servido".

Pero todo esto no lo hace sólo un partido o un gobierno, ni siquiera la cúpula de un servicio regional de salud como el SAS. Existen muchos cargos intermedios que siguen pretendiendo "ir de coleguillas" jugando el doble papel de ejecutar todo aquello que en privado rechazan y no dando la cara de forma acorde con el cargo que ocupan pretendiendo acaso salvarse de la quema manteniendo su estatus (?). 

Estos son los peores porque contribuyen a la desinformación de todos, porque con su política de tirar la piedra y esconder la mano están provocando que la crispación de los profesionales aumente cada día, porque en aras a un mal pretendido consenso acaban por no tomar decisiones y mantienen sus barcos al pairo esperando no se sabe bien que, porque no se atreven a firmar ni un papel y solo utilizan los "archivos adjuntos", sin fechas ni autores, como herramientas de comunicación y porque su discurso se ha hecho ininteligible, defendiendo instrumentos prescindibles que confunden con las grandes estrategias que son las que deben dar sentido a un sistema de salud.
Me dan pena estos directores, gerentes, coordinadores.... que dicen defender el sistema público cuando están contribuyendo a su destrucción. Los ves por la calle o te los encuentras en algún establecimiento público y empiezan a mirar para otro lado o te saludan con frases hechas cuando hasta hace poco tiempo era otra cosa. Están siempre a la defensiva y ante cualquier pregunta te saltan con una retahila de explicaciones que no les has pedido; denotan que están incómodos en su situación e intentan hacerte complice de la misma.

Entiendo que estamos en un momento muy difícil,  como nunca hemos vivido algunos que ya peinamos canas, pero aun en estos momentos hay que ser coherentes por encima de todo. Si se está es porque se está de acuerdo con lo que se está haciendo y en ese caso hay que dar la cara, explicar las cosas desde ese acuerdo y dirigir (sí dirigir, no contemporizar) aunque tengas que enfrentarte a los profesionales descontentos que somos la mayoría. Si por el contrario se está incómodo, no se está de acuerdo con las decisiones que se adoptan y no se comulga con las políticas que se están implementando hay que anteponer ante todo la dignidad de la dimisión al papel de colaborador necesario que muchos están adoptando y que va a terminar por marcarles para siempre. El propio servicio público y la democracia se los agradecerán





domingo, 8 de julio de 2012

  




Carta a la Directiva de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria


  Antes del Decreto Ley de marras, cuando ya el ambiente de los centros de salud de Andalucía había llegado al límite de la crispación debido a la asfixiante situación provocada por los soterrados recortes presupuestarios de los últimos años y al incumplimiento por el Servicio Andaluz de Salud de los acuerdos de gestión de 2011, emitieron ustedes un farragoso comunicado donde, mezclando todo para atar todos los hilos, mostraban "su preocupación" por la situación y pedían la reconsideración de las entonces posibles medidas a la vez que se ofrecían a seguir colaborando con la administración sanitaria como había venido sucediendo hasta ahora. Eso fue el día cinco de Junio.

Desde entonces han pasado muchas cosas, entre otras la publicación del Decreto Ley, sin que sepamos nada mas de la posición de la Sociedad.

No quiero mezclarlo todo como hacen en su comunicado, por eso esta carta no voy a dedicarla a hablar de los graves problemas que acechan a la Atención Primaria en España y amenazan al sistema sanitario público y a la equidad en el acceso al mismo (mi posición al respecto es cristalina), voy a hablar de Andalucía, ámbito de la Sociedad que dirigen y donde se desarrolla nuestra labor profesional.

No sé si saben que este verano los centros se limitarán a la mínima actividad asistencial, sin programas ni servicios básicos incluidos en la cartera. Tampoco sé si saben que las sustituciones de médicos están reducidas a casi cero, que se están doblando consultas, que se está despidiendo o dejando de contratar a médicos y que desde los Distritos se están transmitiendo noticias contradictorias e incongruentes sobre la jornada laboral que amenazan con hacer la situación mas insostenible todavía si cabe y provocar despidos sobre todo en los servicios de urgencias. Tampoco sé si intuyen que la situación tras el verano puede ser caótica si los profesionales deciden dedicarse sólo a la actividad asistencial en consulta y, como parece deducirse de las informaciones que se nos transmiten,  la ratio medico/pacientes aumenta de una manera alarmante.

Supongo que habrá llegado a sus oídos que se han realizado múltiples comunicados de los profesionales denunciando la situación, que muchos centros están adoptando medidas contra los recortes y que existen distintas iniciativas para aglutinar y consensuar actuaciones de cara al futuro.

También supongo que saben, y lo digo porque uno de los miembros de su junta directiva ha hecho pública su decisión en las redes sociales, que están dimitiendo compañeros como tutores de residentes y que esa iniciativa se abre camino cada vez con mas fuerza en algunas provincias. No sabemos si la posición de este miembro de la junta lo es a título personal o este asunto se ha debatido en el seno de la dirección de la Sociedad, en cualquier caso no se les escapará que es un asunto muy grave porque tanto tutores como residentes son socios de SAMFYC en una gran mayoría.


En su comunicado transmiten cuales son los valores de la Medicina de Familia pero ¿que van a hacer para que se mantengan? ¿que iniciativas van a tomar ustedes para que la posición de la sociedad ante sus socios quede meridianamente clara? ¿que elementos van a introducir para entrar en el debate suscitado entre los profesionales? ¿que actitud será la de la Sociedad una vez publicado el Decreto Ley donde obviamente no se ha tenido en cuenta su comunicado? ¿que van a hacer para que la estrategia de Atención Primaria no se vea arrasada por lo que está pasando? ¿que harán para no ser vistos como cómplices de las repercusiones que estas medidas van a tener sobre la atención a nuestros pacientes?


Si tienen respuestas a estas preguntas, y tiempo han tenido, hagan algo antes de que sea tarde, si no las tienen, en la asamblea del mes de Octubre disponen de una magnífica ocasión para el debate si se hace lo posible para que la asistencia sea masiva y, de paso, para dimitir y convocar elecciones.






sábado, 30 de junio de 2012

El Síndrome de Baxter

Un compañero de Twitter acaba de descubrir un nuevo síndrome que inundará nuestras consultas a partir de la publicación de la norma que retira de la financiación pública un conjunto de medicamentos eufémisticamente definidos como "para síntomas menores".

El Síndrome de Baxter consiste en una asociación de cólon irritable con claudicación intermitente. Cursa también con sequedad ocular, la cual a partir de ahora será diagnosticada siempre como Sjögren.

A la atención de estos pacientes hay que dedicarle bastante tiempo, ya que son tendentes a intentar convencer al médico de que realmente tienen el síndrome y por lo tanto no tienen que pagar los medicamentos. También se caracterizan por una solicitud ilimitada de pruebas diagnósticas y derivaciones a especialistas varios para que quede demostrado que tienen lo que han de tener.

Se cree también que tratar este nuevo síndrome aumentará el consumo de ansiolíticos entre los médicos.


martes, 26 de junio de 2012

La Medicina de Familia y el cuento del Enano Saltarín


Cuentan que en un tiempo muy lejano el rey decidió pasear por sus dominios, que incluían una pequeña aldea en la que vivía un molinero junto con su bella hija. Al interesarse el rey por ella, el molinero mintió para darse importancia: “Además de bonita, es capaz de convertir la paja en oro hilándola con una rueca.” El rey, francamente contento con dicha cualidad de la muchacha, no lo dudó un instante y la llevó con él a palacio. 

Una vez en el castillo, el rey ordenó que condujesen a la hija del molinero a una habitación repleta de paja, donde había también una rueca: “Tienes hasta el alba para demostrarme que tu padre decía la verdad y convertir esta paja en oro. De lo contrario, serás desterrada."

La pobre niña lloró desconsolada, pero he aquí que apareció un estrafalario enano que le ofreció hilar la paja en oro a cambio de su collar. La hija del molinero le entregó la joya y... zis-zas, zis-zas, el enano hilaba la paja que se iba convirtiendo en oro en las canillas, hasta que no quedó ni una brizna de paja y la habitación refulgía por el oro.

Cuando el rey vio la proeza, guiado por la avaricia, espetó: “Veremos si puedes hacer lo mismo en esta habitación.” Y le señaló una estancia más grande y más repleta de oro que la del día anterior......... 






Si algo ha sido clave en los últimos treinta años de la sanidad en España ha sido la reforma de la Atención Primaria. Es lo que de forma mas profunda y sustancial ha cambiado el sistema.



No cabe duda que a esa reforma contribuyó sobre todo la creación de la especialidad de Medicina de Familia. Sí, esa especialidad que impulsó un Secretario de Estado de Sanidad y de la que nadie sabía nada. Esa especialidad que eligió gente "rarita" que se reunían a diario para programar el día siguiente porque nadie sabia que hacer con ellos en los hospitales. 


Los médicos de familia nos hemos dejado la piel y muchos años de nuestra vida en "inventar" nuestro propio futuro. Luchamos en muchos frentes para que se produjeran los cambios y contribuimos a ello en todos los niveles del sistema. 
Muchas de las cosas que hoy hacemos han sido fruto de nuestro trabajo y de haber sabido incorporar elementos de innovación a nuestro día a día. Pudimos convertir la paja en oro.



Los reyes de turno, aceptaron nuestra oferta y cada día teníamos una estancia mas grande llena de paja para hilar, ¡y hemos seguido hilando, hilando! 
Ahora, el Rey y algunos reyezuelos nos quitan la paja pero siguen queriendo la misma cantidad de oro que el día anterior.







Pero si algo hemos aprendido en todos estos años es a construir nuestro propio futuro. Sabemos y debemos demostrar que la eficiencia del sistema pasa por apostar de nuevo por la Atención Primaria. De nuevo tenemos un reto por delante.


Nota: En la historia de la Medicina de Familia no hay enanos ni molineros mentirosos